El hogar del hombre que inspiró la leyenda de Santa Claus está muy lejos de la nieve y de las luces árticas del Polo Norte.
La leyenda de San Nicolás proviene de un lugar que raramente venieve: un pueblo de palmeras y naranjales en el Mar Mediterráneo, en lo que hoy es Turquía. Nicolás, patrón y santo de los marineros y de los niños, vivió y murió ahí hace casi 18 siglos.
La leyenda del obispo del siglo IV que daba regalos a los pobres se esparció desde los primeros días del cristianismo. Eventualmente evolucionó de ser el hombre con barba mostrado en íconos ortodoxos, vestido con largas túnicas rojas y cargando una Biblia, para ser el personaje redondo y secular siempre alegre.
Aunque Santa Claus está inexplicablemente ligado a la Navidad, pocos residentes de la provincia de San Nicolás celebran dicha festividad. Demre es un pueblo predominantemente musulmán, donde el llamado al rezo sale de las torres de las mezquitas para resonar en las piedras blanqueadas por el sol de las capillas y de los anfiteatros romanos, que fueron construidos incluso antes de la época de San Nicolás.
“Nadie celebra la Navidad aquí. Es interesante”, dice Baris Yuksel, hablando desde su tienda en medio de un mar de íconos dorados de San Nicolás, aquí conocido como Noel Baba, o 'Padre Navidad'.
Al igual que muchos otros residentes de Demre, Yuksel cultiva y exporta jitomates de algunos de los invernaderos que rodean esta pequeña comunidad, pero en años recientes también logró un negocio lucrativo vendiendo imágenes del hijo más famoso de Demre a cientos de miles de turistas que visitan la iglesia de San Nicolás.
“Estamos muy felices con San Nicolás”, dice Yuksel. “Después de muchos siglos estamos haciendo dinero gracias a él”. Y su gratitud se muestra con el símbolo oficial del pueblo, que muestra la familiar cara con barba y una estatua de bronce de un San Nicolás esbelto, tomado de las manos de dos niños sonrientes, mirando la plaza central.
Se cree que el hombre detrás de la leyenda murió en Demre en el año 343 de nuestra era, cuando la ciudad, entonces conocida como Myra, hablaba griego antiguo.
“Nicolás es un hombre real. Vivió y murió aquí, y hablaba de cristiandad en una zona muy extensa”, dijo Nevzat Cevik, arqueólogo turco que desentierra la historia de una de las civilizaciones cristianas más antiguas del mundo.
Cevik dijo que Nicolás de Myra fue un obispo cristiano, mostrado en los grabados antiguos cortando un árbol, símbolo pagano de la religión romana en esa región. “Destruyó templos paganos”, dijo Cevik en referencia al Templo de Artemisa, que se cree fue erguido en el terreno de la orden de Nicolás. “Destruyeron los edificios paganos y usaron sus materiales para crear sus iglesias”.
Como evidencia, Cevik apunta hacia una capilla bizantina del siglo XII que su equipo descubrió recientemente enterrada junto a la casa de un anciano turco llamado Ahmet Gezer, cuya barba blanca y tupida se asemeja a la de Santa.
Parte del piso de la capilla está hecho con las piedras saqueadas de los sarcófagos de los paganos antiguos.
Después de su muerte, San Nicolás fue honrado como mártir. Cevik dice que su leyenda comenzó a crecer después de ser contada por otro sacerdote cristiano llamado Nicolás de Sion, quien vivió en la zona más de 100 años después de la muerte de San Nicolás.
Cevik cree que los creyentes cristianos comenzaron a combinar las historias de los dos hombres llamados Nicolás. “Después del siglo VI de nuestra era, hay dos Nicolás en una figura”, dice Cevik. “Vienen juntos y sólo conocemos a un San Nicolás”.
En siglos subsecuentes, la tumba de San Nicolás se convirtió en un sitio de peregrinaje para los cristianos que viajaban por el Mar Mediterráneo. Gradualmente, otras culturas europeas adoptaron al popular santo, y sumaron sus propios arreglos a su imagen.
El Santa Claus que vemos hoy parece haber evolucionado de la versión escandinava del santo, quien después fue popularizado por escritores estadounidenses del siglo XIX y por compañías como Coca Cola, que usaron la imagen de Santa para promover sus productos.
El alcalde de Demre es seguidor de este Santa Claus contemporáneo, al que muchos turcos se refieren como el 'Santa de Coca Cola'.
“De hecho, es algo que inventaron los estadounidenses”, dijo el alcalde Suleyman Topcu, “pero es lindo y colorido”. Topcu agregó que planea colocar una gran estatua roja de Santa sobre la nueva calle y playa que recientemente nombró en honor del Padre Navidad.
Pero algunos de los residentes más jóvenes de Demre quieren aclarar los hechos sobre el hijo más famoso de su ciudad.
“No tenía ni poderes mágicos ni renos voladores. Eso es sólo en las caricaturas”, dijo Habip Erdogan, de 10 años de edad. Su amigo, Batuhan Katilimis, también de 10 años, dijo que era “un buen hombre que daba regalos”.
Sin importar la versión en la que creas, todos en Demre están de acuerdo en que el espíritu de San Nicolás, de dar a los necesitados, es el legado más duradero de este legendario hombre.
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