La sincronización de marcadores y pestañas con otros Chrome o la traducción automática de páginas web son funciones atractivas, pero en contadas ocasiones suficientes para que los usuarios de iPhone abandonen Safari. El navegador de Apple siempre ha sido notablemente más rápido y estable; hasta hoy.
El nuevo Chrome para iOS ha reducido en un 70% sus bloqueos y por fin ejecuta JavaScript a la misma velocidad que Safari. ¿Por qué han tardado tanto? El secreto está en una clase del sistema operativo que se llama WKWebView (y que ya estaban utilizando otras aplicaciones como Facebook).
La gran limitación de los navegadores de terceros en el iPhone era que, para mostrar contenido web, estaban condenados a usar la API UIWebView, un visor web inestable que no cuenta con las optimizaciones del motor WebKit de Safari, conocido como Nitro JavaScript. Eso cambió con iOS 8 y la aparición deWKWebView, una nueva API que ofrece un rendimiento similar a la app de Safari.
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